martes, 31 de agosto de 2010

Naturaleza polar de la mente.


Experimentamos el frío frente a la conciencia del calor y, éste a su vez, frente a la que tenemos frío; nos percatamos del dolor porque conocemos el placer y así con TODO. Nuestra mente solo es capaz de calificar y valorar la experiencia bajo criterios de polaridad. No es solo que una realidad tenga su opuesto, sino que la realidad existe mentalmente, se define y hasta se percibe gracias a la necesaria comparación entre opuestos. La mente necesita los opuestos para comprender. Desde la óptica de la inseparable relación en psicología entre pensamiento y lenguaje humanos, puede que los sustantivos no tengan una polaridad tan manifiesta como los adjetivos, pero en cuanto definimos, describimos y clasificamos estas entidades ( y otras como verbos, artículos y preposiciones) para poder comprenderlas, aparecen de nuevo las polaridades de la mente tomando conciencia de cada característica por comparación con otras.

De este modo, la naturaleza de la mente polar hace polar nuestra forma de aprender todo conocimiento y toda experiencia. El alcance de esta considerada ley universal es mayor de lo que pudiera parecer en un principio. Lo que un primer momento nos ayuda a orientarnos en el mundo resulta limitador al ponerlo en contacto con la experiencia, que va más allá de conceptos y categorías predefinidas.


Viñeta de Eneko.

Fuente: Artículo José Gracia lozano polaridades, naturaleza mental y psicoterapia. Y Terapia Gestalt. Francisco Peñarrubia.

sábado, 28 de agosto de 2010

Percepción en grises



Como señaló Huxley, nuestras percepciones son a menudo más parecidas a las ilustraciones grises de un concepto que a los colores y a las formas del mundo por no mencionar sus olores y texturas. Parece ser que solo tomamos del mundo lo necesario para diagnosticar lo que hay ahí fuera y esto es todo lo que necesita nuestro ego, preparado para hacer frente a las cosas. Nuestra esencia (yo real y completo), sin embrago, anhela algo más y se queda, por tanto, insatisfecha. Para nuestro yo más amplio, las impresiones sentidas son su verdadero alimento y no las etiquetas conceptuales.

En su libro El psicoanálisis de la visión y la audición artísticas, Antón Ehrenzweig dice que el arte nos proporciona mucho provecho, gracias a una estrategia que derrota nuestra censura: mantiene ocupada nuestra mente conceptual con su estructura y regularidad mientras que habla a nuestra experiencia directa desde su irregularidad o, lo que es lo mismo, mientras distrae nuestro ego con su forma, consigue llegar a nuestro inconsciente desde su no forma.



Claudio Naranjo. La única búsqueda.
Imagen: Rafal Olbinski

Autorregulación.


El organismo tiende a integrarse y mantenerse en equilibrio armónico mediante procesos de autorregulación.

Golstein, neurocirujano adscrito a la escuela gestaltica, en sus trabajos con lesionados cerebrales de primera guerra mundial, elaboró una teoría global del organismo, rechazando la dicotomía entre lo biológico y lo psíquico, entre lo normal y lo patológico:

-lo normal debe definirse, no por la adaptación, sino al contrario, por la capacidad de inventar formas nuevas.

Goldstein demostró que las leyes de la forma no eran válidas solo en el área de la percepción y de los fenómenos fisiológicos, sino que tenían validez para el organismo como un todo. Destacó la unidad del organismo y su capacidad de regularse, demostrando que la ausencia funcional de una parte del cuerpo es compensada por una reorganización total de las partes restantes. A esto lo llamó tendencia a la conducta ordenada y auto-actualización.

El problema es que constantemente interferimos en la autorregulación y no nos damos lo que necesitamos. Es un problema de atención a las necesidades.

La cuestión de la armonización es abordada directamente por la consciencia sensorial en el nivel más elemental del funcionamiento físico. La cuestión de cómo permitimos o interferimos la armonización con las funciones elementales de estar de pie, tumbarse, caminar, respirar y así sucesivamente. ¿Estamos realmente de pie del modo en que queremos estarlo? ¿Cómo estamos distribuyendo el peso del cuerpo entre las piernas? ¿están nuestros hombros donde ellos quieren estar? ¿Mantenemos nuestro abdomen metido para adentro o salido hacia fuera? ¿Y como nos sentimos al mantenerlo de cualquiera de las dos formas? ¿Y, sobre todo, tenemos alguna preferencia? De esta forma aprendemos a volvernos receptivos a nuestras necesidades orgánicas y a abandonar los hábitos determinados extrínsecamente o las tensiones innecesarias. Nos armonizamos con los requerimientos de nuestro organismo y aprendemos a tener conciencia de nuestra realidad concreta.

Esto nos lleva a una actitud cuya aplicación es mucho más amplia: la receptividad a la realidad de una situación y de nuestras necesidades, así como a un desapego de las respuestas automáticas.

Fuentes: Francisco Peñarrubia. Terapia Gestalt. La vía del vacío fertil.
Claudio Naranjo. La única búsqueda.

Viñeta de Ms. Natural Personaje de Rober Crum.1943.Vestido con una larga túnica, expresa la profundidad natural del hombre ante cuestiones existenciales que resuelve desde la confrontación y la sencillez.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Milagro de la luz



Milagro de la luz: la sombra nace,
choca en silencio contra las montañas,
se desploma sin peso sobre el suelo
desvelando a las hierbas delicadas.

Los eucaliptos dejan en la tierra
la temblorosa piel de su alargada
silueta, en la que vuelan fríos
pájaros que no cantan.

Una sombra más leve y más sencilla,
que nace de tus piernas, se adelanta
para anunciar el último, el más puro
milagro de la luz: tú contra el alba.

Ángel Gonzalez.
Cuadro Matisse.

Pablo Neruda. Walking around. Ismael serrano



Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.


Pablo Neruda

Cuadro Matisse. La caída de Ícaro.