sábado, 22 de enero de 2011


“Al enfermo, lo dulce le sabe amargo" dice Al Ghazali.

Esto podría traducirse a decir que para el ego hay frustración más bien que placer en las cosas que son dulces para el yo sano. Hasta el punto en que eso es así, un enfoque de tendencia hedonista no puede dar resultado. Aunque es cierto que la verdad puede liberarnos del sufrimiento, la verdad no viene sin algún sufrimiento. En el camino hacia el paraíso no parece haber alternativa a una temporada en el purgatorio -sino en el infierno. En un viaje así, el desapego es el vehículo de elección, mientras que la comodidad propia y la auto-protectividad temerosa son obstáculos.

El vacío fértil. Paco Peñarrubia.

Cuadro Rene Magritte

2 comentarios:

  1. Me estaba dando por aludido.Ahora, con el siguiente cuadro, tal vez sea un interés repentino tuyo por Magritte.
    Todo esto es cierto, y obvio. Excepto lo casi fundamental, el desapego a qué. A las cosas, a las personas, a los futuribles -oh, importante-, que decía mi querido Mario Parra.Una temporada en el infierno es el nombre de una de las obras de Rimbaud. Es un autopoema, casi incomprensible, un poco devastador pero con una especie de final feliz, de renacer.
    Pero todo esto resulta que no me sirve para nada. Demasiada literatura, demasiada cultura, demasiado cerebro, que no hacen de uno, uno. Todas las putas novelas que he leído, conjurándose para darme este tono grandilocuente, apto para la pontificación gratuita, pero para nada más.
    Deberíamos borrar del mapa a Kant, Schopenhauer, a Pío Baroja, para evitarnos preguntas tontas.
    Oye Noemí, gracias. Por el interés y la compañía.

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  2. No te aludiría para referirme a enfermedades del alma! me gustó el contraste cuadro-texto. Grande Magritte.

    El desapego a las ideas que tanto tiempo hemos cultivado. A los patrones de conducta también en una relación bidireccional con las ideas. Es ir comprobando, con desapego a las consecuencias. Perder el miedo a la comprobación puede ser un camino largo, no se si tanto como para llamarlo infierno. Creo que el infierno es la fantasía catastrófica previa a casi toda acción diferente a la que estamos acostumbrados, seguros en ella…pero esto ya es una opinión personal ;)

    De nada, un placer ser tu amiga.

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