Y en el final de nuestro camino
en el confín donde creímos vivir la dicha
en la estación término que soñábamos
—rutina de nostalgia engañosa—
estamos, sin remedio y sin misericordia
nosotros mismos
con un billete de ida.
Manuel Couceiro. Que aun exponga a tu vida mi vida.
Fotograma El viaje de Chihiro.
Fotograma El viaje de Chihiro.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPues sí, no la hagamos pequeña, no nos enredemos en cosas que no nos hagan felices, no pongamos excusas sobre estaciones a las que llegar para ser felices, no pensemos que otros nos van a solucionar la papeleta, porque nosotros tenemos todas las herramientas para ser felices y tener una vida grande.
ResponderEliminarEs tanta la belleza de la vida
que no disminuiría para mí su hermosura
si de pronto faltaran de la faz de la tierra
algunas de las cosas que más amo.
Pero qué triste un mundo en el que no
pudiera yo mirar la luna llena
sobre el mar del verano.
(Eloy Sánchez Rosillo)
Me da pudor esta entrada, pero Gracias, de verdad, estar en este blog me llena de felicidad.
Un abrazo.
Gracias Manuel.
ResponderEliminarBillete en mano recuerdo a Nietzsche:
Es preciso estar siempre a la altura del azar. Ecce homo.
Un abrazo.
Otro día te contaré la semilla de esta poesía.
ResponderEliminarTambién de Nietzsche para que el tránsito en tren no se haga pesado: "Sin música la vida sería un error." :-)