miércoles, 4 de mayo de 2011

...con qué prodigioso encenderse de aurora...


¡Qué claras dan la sombra
las estrellas!
José Hierro

(...)

Dejamos encima del mar marchitarse la luna.
Cómo errar, por los años, sin gloria.
Cómo aceptar que las almas son vagos ensueños
que en sueños tan sólo se dan, y despiertos se borran.
Qué consuelo ha de haber, si lograr una gota de un alma
es pretender apresar el latir de la tierra, desnuda y redonda.

Estamos despiertos. Sabemos. Como astros soberbios, caídos,
sentimos la boca glacial de la muerte tocar nuestra boca.

José Hierro
Fotografía Manuel Couceiro

1 comentario:

  1. Aun así, cuando logramos esa "gota de un alma", aunque solo sea verla de lejos y hacernos la ilusión de poder beberla... En ese caso la realidad se vuelve de colores y se unen realidad y vida.

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