Cuando un niño está en el seno de su madre tiene todo el conocimiento del mundo. Sabe cuántas estrellas hay en el firmamento, cuántas gotas hay en el mar y cuántos granos de arena en el desierto. Conoce los misterios del cielo y las estrellas, y conoce hasta la última letra de la Torah. No hay misterio sobre la faz de la tierra que desconozca, ni misterio en el cielo o en el mar que no pueda resolver.
Pero cuando está a punto de nacer, su ángel de la guarda baja del cielo y colocando un dedo sobre sus labios sella todo su conocimiento dentro de él, y le susurra una sola palabra: APRENDE.
Bab´Aziz.
Fuente: Marcel OssadónDedicado a Suzana Stroke. Buen reencuentro Maestra, gracias por mostrar lo que aprendistes.http://tr.delivery.whservidor.com/index.dma/DmaPreview?11189%2C15%2C2435%2Cb84045a9e8f7c69cb8577cd7ef678539
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