No sé de ningún hecho más estimulante que la incuestionable capacidad
del hombre por elevar su vida por medio del esfuerzo consciente. Es
algo, ciertamente, el poder pintar un cuadro particular, el esculpir una
estatua o, en fin, el hacer bellos algunos objetos; sin embargo, es
mucho más glorioso el esculpir o pintar la atmósfera, el medio a través
del cual nos miramos, lo cual es factible moralmente. Influir en la
calidad del día, ésa es la más elevada de las artes. Todo hombre tiene
la tarea de hacer su vida digna, hasta en sus detalles, de la
contemplación de su hora más elevada y crítica.
Thoreau.