sábado, 5 de febrero de 2011

CON LAS PIEDRAS, CON EL VIENTO

Mi reino vivirá mientras

estén verdes mis recuerdos.
Cómo se pueden venir
nuestras murallas al suelo.
Cómo se puede no hablar
de todo aquello.
El viento no escucha. No
escuchan las piedras, pero
hay que hablar, comunicar,
con las piedras, con el viento.

Hay que no sentirse solo.
Compañía presta el eco.
El atormentado grita
su amargura en el desierto.
Hay que desendemoniarse,
liberarse de su peso.
Quien no responde, parece
que nos entiende,
como las piedras o el viento.

Se exprime así el alma. Así
se libra de su veneno.
Descansa, comunicando
con las piedras, con el viento.

José Hierro.

Ilustración Rebecca Dautremer

5 comentarios:

  1. "Hay que no sentirse solo"
    Siempre este poema me lleva a este otro de José Hierro:

    Llegué por el dolor a la alegría.
    Supe por el dolor que el alma existe.
    Por el dolor, allá en mi reino triste,
    un misterioso sol amanecía.

    Era alegría la mañana fría
    y el viento loco y cálido que embiste.
    ( Alma que verdes primaveras viste
    maravillosamente se rompía. )

    Así la siento más. Al cielo apunto
    y me responde cuando le pregunto
    con dolor tras dolor para mi herida.

    Y mientras se ilumina mi cabeza
    ruego por el que he sido en la tristeza
    a las divinidades de la vida.

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  2. No lo conocía y se me ha agarrado al pecho...me lo dejo aquí un rato y luego lo paso a la memoria, a la carpeta de favoritos ;)

    Gracias Manuel.

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  3. Ahora ya sabes de dónde venían esos versos de:

    Quién es este que
    me habla del dolor pues, él lo sabe
    no hay camino para hablar de la alegría.


    ;-)

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  4. Se cierra la gestalt, se completa la figura, emerge del fondo, se evidencia el sentido. Ahora si...

    :)

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