Quizá la parte más difícil de la práctica espiritual, y la más
problemática para entender, es que al hacer el trabajo espiritual, como
lo que es la práctica de meditación, en verdad no hay nada qué
conseguir. No hay nada qué obtener. Y eso es tan antitético a nuestro
modo acostumbrado de vivir, en el cual todos nuestros haceres están
orientados hacia algún tipo de respuesta, algún tipo de acción, algún
premio, por decirlo así. Pero en la práctica espiritual, no hay nada
qué lograr.
Robert K. Hall
No hay comentarios:
Publicar un comentario